Matilde Ureta de Caplansky: mujer, psicoanalista.

Autor(es): Mag. Graciela Cardó

Matilde Ureta de Caplansky, primera mujer formada en nuestra Sociedad Peruana de Psicoanálisis. Activista por la mujer, maestra, amiga, madre, abuela y bisabuela. Mati, mujer, psicoanalista.

Hija de Héctor Ureta, un Ingeniero Civil chileno y de Alicia Lasanta, española-peruana, que tras casarse se fueron a vivir al Sur de Chile, Valdivia la ciudad del río, lago y mar, donde su padre había sido nombrado Jefe de Obras de la red de agua de la ciudad. Matilde nacería allá, en marzo de 1940, y poco menos de un año después la familia se afincaría en Santiago, donde comienza su escolaridad.

De esa primera infancia, sus recuerdos más antiguos son con su abuela materna, de quien lleva el nombre, en sus palabras, “una mujer bella y pragmática” que la cuidó varios años mientras su madre hacía teatro. El recuerdo de su padre, como un ser dulce y cariñoso.

Matilde aprendió a leer muy temprano, alrededor de los tres años, comenzando así una gran afición por los libros; afición compartida con su padre, hombre culto, informado, campeón nacional de ajedrez.

Cuando tenía 7 años, sus padres se divorcian, lo que marcó dolorosamente su infancia. Matilde y su abuela regresan a Lima, con la consecuente separación de su padre, cosa que aún recuerda con dolor. Su madre llega un tiempo después, y desde entonces viven en Lima.

Recuerda haber disfrutado mucho del colegio, era una niña sociable, con muchas amigas, y con muy buenas calificaciones. Gran lectora, practicaba también natación y ballet clásico.

Como muchas jóvenes de su época, Matilde se casa por primera vez a los 17 años , y dos año después tiene a su único hijo. Con él sólo de meses, se separa y divorcia.

Ingresa entonces a la universidad de San Marcos, mientras su hijo entraba a la Maternelle del colegio Franco Peruano, y así comienza su vida académica.

En 1975 se instaba en el Perú Saúl Peña, y Matilde entra a analizarse con él. En aquel momento no podía imaginar lo que ocurriría luego en su vida. Peña le sugiere si no querría presentarse a las entrevistas de selección para la recientemente formada Sociedad Peruana de Psicoanálisis. Por ese entonces Matilde ejercía, con bastante éxito, su práctica clínica privada y era psicóloga en el Servicio Psicopedagógico de la PUCP. También había fundado unos años antes, en 1970, el Centro de Desarrollo y Asesoría Psicosocial – CEDAPP, ONG que continúa hoy vigente, que atiende a madres y niños con menores recursos de nuestro país.

Los diversos trabajos escritos sobre las experiencias en CEDAPP, son sus publicaciones más queridas, al lado de sus libros “María y las invariantes femeninas” y “Vínculo, amor y apego”.

Para Matilde, sus filiaciones más queridas son justamente a CEDAPP y a COWAP, instituciones en las que sigue trabajando activamente y, en sus palabras, “hasta que mi cabeza lo permita”.

Mati cuenta con una larga y entrañable lista de amigos y colegas, entre los que destaca la inolvidable amistad que la unió a Mariam Alizade. Otros nombres para ella muy significativos, son Eva Ponce de León, Sara Filc, I. Berenstein, Luis Kancyper, Teresa Haudeschild, Teresa Lartigue, Doris Berlin, Olga Varela, Julia Lauzon, entre otros. Y en el Perú, Chela Cardó, Tatu Jiménez, María Emilia Filomeno. Supervisores como Mauricio Abadi, Moisés Lemlij, Max Hernández, Carlos Crisanto, Joyce McDougall, Serge Lebovici.

Sus referencias teóricas más importantes están en Sigmund Freud, D.W. Winnicott, J. Chasseguett Smirgel, C. Castoriadis, J. MacDougall, y sobre todo, en Shakespeare, Dostoievski y García Marquez.

En el plano personal, Matilde encontró al compañero de toda una vida en Marcos Caplansky, con quien estuvo casada por 50 años. Sus más grandes alegrías y satisfacciones derivan hoy de su “abuelitud” y su bisnieto Luca, de 4 años.

Para Mati la filiación, la lealtad y la gratitud, son los valores más importantes que rigen su estar en el mundo, en concordancia con lo cual, desprecia la mentira, la deslealtad y la traición.

La homenajeamos aquí por su rol en la historia de nuestra Sociedad, por su dedicación generosa, su compromiso, sus enseñanzas y su amistad.

Autor (es):

Gabriela Pelaez

9 respuestas

  1. La profesora Caplansky fue mi maestra en la Maestría de Políticas Sociales en San Marcos y admiraba su capacidad académica y pedagógica, hoy después de leer parte de su vida personal, la admiro como mujer.

    1. Un excelente artículo!!!!!!! Sin mas nada q agregar y si hubiera algo yo diría : excelente amiga y una persona como ninguna otra, muy completa
      Gracias a Dios por haberla conocido

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