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Comparte tu sentir: Es esperable que sientas ansiedad, miedo, tristeza, confusión o rabia. Eso ocurre porque tenemos la sensación de haber perdido el control y de navegar en la incertidumbre. Comparte tu sentir con alguna persona de tu confianza. Hablar alivia y ayuda a manejar tus sentimientos.
Escucha y comprende: Cuando te toca escuchar, trata de comprender la angustia de quien te habla. No le digas “No pasa nada”. Entiende que a esa persona sí le pasa algo. Ayuda si reflexionan juntos sobre como manejaron situaciones de ansiedad vividas anteriormente.
Mantén la calma: Es posible que surjan arranques de mal humor o actos impulsivos. Trata de mantener la calma y la presencia de ánimo para ayudar a los otros a calmar su angustia.
Evalúa la situación: El pánico hace todo más difícil: abruma la mente y te deja indefenso. Además es contagioso y lleva a la histeria colectiva. En cambio, el miedo controlado permite evaluar la situación y tomar precauciones.
Mantente en contacto: Si estás sola o solo, mantente en contacto telefónico o virtual con gente que aprecies.
Comparte y juega: Si estas en familia, aprovecha para compartir con ellos actividades diversas: contar anécdotas, jugar, hacer ejercicio. Conversar se puede convertir en una gran experiencia.
Estar a solas: Busca también momentos de estar a solas contigo, en tranquilidad. Son necesarios.
No te desanimes: Sal de la cama temprano. Dedica tiempo a actividades que te generan satisfacción. Proponte que cada día sea diferente.
Infórmate: Infórmate bien para seguir las indicaciones de las autoridades y tomar las medidas adecuadas. Busca fuentes confiables, pues hay muchos rumores y noticias falsas.
Evita el exceso de información: Evita la exposición excesiva a medios de comunicación y mensajes virtuales, pues eso aumentará tu ansiedad.
Podemos orientarte: Si vives con personas con problemas psicológicos graves, y/o que generan extrema tensión o violencia tal vez requieras conversar con un profesional.