La MentidaPocas veces se ha sentido más la urgencia de dialogar sobre el tema de la mentira que recorre todo el tejido social de nuestro país.
Estamos llegando a un punto en el que a los ciudadanos nos es necesario cruzar fuentes, leer con detenimiento quién afirma tal o cual noticia, para recién darle una cierta credibilidad a lo que leemos o escuchamos.
Esto tiene un trasfondo de desconfianza y descreimiento al que hemos llegado después de deslizarnos por una pendiente en donde cada día hay nuevos destapes, nuevos audios o filmaciones, testimonios de quienes hasta hace muy poco eran funcionarios, devenidos colaboradores de nuevas investigaciones, que poco a poco nos dejan de interesar.
Esto no es nuevo, como lo discutirán la periodista Paola Ugaz, el sociólogo Javier Díaz Albertini y el comunicador Jonathan Castro. Lo nuevo será tal vez que no hay día en donde aparezca un nuevo escándalo que ya no nos escandaliza?
Carmen Mc Evoy en un artículo publicado en el Comercio el 16/12/2018 dice que la mentira “provoca un cúmulo de emociones que van desde el asombro y la rabia pasando por la confusión, la amargura, la desilusión e incluso un bajón en la moral pública y privada.”
Y eso es particularmente peligroso porque los psicoanalistas sabemos que la mente humana necesita crecer constantemente, renovarse y expandirse, procesos que siendo saludables y necesarios son complejos y no exentos de dificultades.
Tolerar ideas nuevas, necesarias para el crecimiento precisa de un contexto confiable; las mentiras serán un ataque a este propósito, un veneno que transforma y distorsiona y muchas veces se usa como acción tanática y prejuiciosa, fanática.